CAUSAS Y SÍNTOMAS DE LA FRACTURA DE CÚBITO Y RADIO

CAUSAS Y SÍNTOMAS DE LA FRACTURA DE CÚBITO Y RADIO

¿Qué es una fractura de cúbito y radio?

La lesión más recurrente en el cúbito y el radio es la fractura ósea,  es decir, la rotura de ambos huesos o de cualquiera de ellos. Estas lesiones suelen estar provocadas por traumatismos o por patologías degenerativas, que  causan el desgaste de los huesos y el cartílago,  entre otras, la artrosis u osteoporosis.

Síntomas

La fractura de cúbito y radio suele manifestarse por medio de un dolor agudo en la región, principalmente a lo largo del antebrazo y que se incrementa a la palpación. El paciente podría presentar una deformidad en codo o muñeca.
Además, es recurrente la hinchazón en la región, lo que desata en inmovilidad de la articulación o rigidez y le impide realizar movimientos cotidianos.

Causas de la fractura de cúbito y radio

Las causas más recurrentes de la fractura de cúbito o radio, tienden a ser traumatismos en el antebrazo o caídas en las que se apoya la mano.
Además, son fracturas que en pacientes de edad avanzada se muestran como resultado del desgaste de huesos y cartílagos por patologías degenerativas.

Tipos de fractura de cúbito y radio

En base a de las propiedades que presente la lesión del paciente, se distingue diferentes tipos de fracturas:
  1. Fractura de Torus, que puede perjudicar al cartílago de desarrollo, pero no existe un desplazamiento óseo.
  2. Fractura Metafisaria y la fractura en Tallo Verde, en el que el hueso solo se quiebra por un lado, pero la fractura no atraviesa todo el hueso.
  3. Fractura de Galeazzi, donde  se ven  comprometidos  los dos huesos: el radio se desplaza y el cúbito sufre una luxación en la  región  de la muñeca.
  4. La fractura más grave, es la de Monteaggia, que  perjudica  a los dos huesos del antebrazo. En esta situación, el cúbito se fractura y el radio sufre una luxación en la  parte de arriba.

Diagnóstico de la fractura de cúbito y radio

Cuando el paciente acude al sanitario experto manifestando indicios de dicha fractura, antes que nada, se ejecuta una palpación de la región, donde se va a poder valorar si existe afectación a tendones o nervios. Además, se estudiará la movilidad de muñeca y codo y las deformidades presentes.
En varios casos, es requisito hacer pruebas complementarias diagnósticas para corroborar la presencia de la lesión. En la mayor parte de pacientes, se hacen radiografías y resonancias magnéticas, que aportan información más minuciosa.

escayola fractura cúbito radioTratamientos

Tras un diagnóstico preciso de la lesión del paciente, el primer paso es la inmovilización del antebrazo, para contribuir a que los huesos se suelden entre sí de forma natural.  Para ello, se aplica una escayola o férula. Por otra parte, si el dolor es intenso, se pautará medicación antiinflamatoria.
En situaciones más graves, en los que el régimen de inmovilización no haya funcionado, será necesario que la persona se someta a una intervención quirúrgica, donde se recolocarán los huesos de manera precisa  y se fijarán por medio de material quirúrgico.

Recuperación tras una fractura de Cúbito y Radio

Tras una lesión de esta magnitud la rehabilitación de las articulaciones del antebrazo se torna de vital importancia, ya que permitirá al paciente recuperar la movilidad y la funcionalidad para retomar su vida diaria.
La recuperación de la movilidad y fuerza con fisioterapia, supervisado por fisioterapeutas y recuperadores funcionales, es muy aconsejable para acelerar el proceso de recuperación de la funcionalidad. Estas sesiones se basan en la facilitación de la movilidad de las articulaciones y el fortalecimiento de la musculatura de manera progresiva.
¿Cómo aliviar el dolor de la ATM?

¿Cómo aliviar el dolor de la ATM?

Recomendaciones para aliviar el dolor en la atm

Un dolor en la ATM es debido, entre otras causas, a la compresión que puede ejercer el hueso mandibular (cóndilo) sobre el temporal.

RECOMENDACIONES Y EJERCICIOS PARA ALIVIAR EL DOLOR EN LA ATM

Un ejercicio sencillo para realizar una descompresión del cóndilo sería colocar un bolígrafo en los dientes posteriores de ese lado de la boca (lo que provoca una apertura/desoclusión) y realizar pequeños aprietes, lo que va a provocar relajación y decoaptación de la articulación.

Una cosa que no debemos hacer es la contraria a lo anterior, si colocamos cualquier objeto en los dientes anteriores de la boca vamos a aumentar la compresión del cóndilo sobre el temporal, lo que va a aumentar el dolor en la articulación.

Si tenemos dolor inflamatorio en la articulación, también es recomendable masticar suavemente con los dientes posteriores del mismo lado del dolor, por lo que ya hemos explicado anteriormente.

Ejercicios para aliviar el dolor en la atm

En personas que aprietan los dientes durante la noche (bruxismo) es muy común encontrar sobrecargado el músculo digástrico (en concreto el vientre posterior), ya que es uno de los encargados de realizar el cierre mandibular. Podemos realizar un estiramiento sencillo para aliviar la tensión de dicho músculo:

  • A nivel general. Fijamos con nuestras manos el esternón, haciendo una presión sobre dicho hueso mientras realizamos una extensión cervical y una protusión, es decir, miramos ligeramente hacia el techo mientras llevamos la barbilla hacia delante.
  • Para focalizar el estiramiento en el vientre posterior, realizamos la misma fijación esternal y realizamos una rotación cervical (miramos hacia derecha/izquierda) mientras llevamos la barbilla hacia delante. Este estiramiento debemos hacerlo hacia ambos lados y de manera suave, ya que puede ser molesto.

El masetero es otro músculo que encontramos muy sobrecargado en personas bruxistas. Dicho músculo es oclusor de la mandíbula (cierra la boca).aliviar el dolor en la atm

  • Un ejercicio muy sencillo para relajar el masetero sería fijar su origen en el arco cigomático (el hueso que tenemos a nivel de los pómulos) y desde esa fijación mantenida con nuestros dedos, realizar una apertura de la boca. Generamos así un estiramiento de las fibras musculares.
  • Podemos realizar también un masaje profundo, siguiendo las fibras del músculo. Realizamos pequeños pases descendentes desde el origen hasta el final del músculo, tanto con la boca cerrada como con la boca ligeramente abierta. El masaje debe de ser profundo, por lo que es normal que sea molesto.
  • Digitopresión de los puntos gatillos de ambos maseteros. Podemos localizar los puntos más activos de dolor en el vientre muscular del masetero y mantener la presión durante 1 minuto, si el dolor va a más, retirar la presión y si va a menos mantenerlo durante algo más de tiempo.
  • Y por último, se pueden realizar aperturas contra resistencia para relajar el masetero. Realizamos una ligera apertura de la boca y colocamos la mano debajo de la mandíbula para resistir la apertura. Mantenemos esa fuerza durante unos segundos, activando así la musculatura de apertura de la boca y consiguiendo una relajación de los maseteros.

    A ambos laterales de la cabeza, 3 o 4 dedos por encima de las orejas, podemos localizar los músculos temporales. Para confirmar que estamos bien ubicados, podemos apretar los dientes y notaremos una zona más prominente. Sobre dicha zona podemos realizar un amasamiento para lograr la relajación de la musculatura temporal.

    Por último, un consejo para los pacientes que presentan esta dolencia es que se observen durante el día, mientras trabajan o estén concentrados en tareas cotidianas. Puede que no te hayas dado cuenta antes y que mientras realices tu trabajo estés manteniendo los dientes apretados, lo que lleva a empeoramiento de dicha patología. Si es así, te aconsejo que coloques la punta de la lengua detrás de los dientes incisivos superiores (paletas) y realices pequeñas aperturas de boca para evitar así mantener la mandíbula apretada.

    “Todo lo que comentamos en este artículo está basado en nuestra larga experiencia como profesionales”

    Alicia González Fisioterapeuta

     

    Alicia González
    Fisioterapeuta

    Enfermedad de Sudeck

    Enfermedad de Sudeck

    ¿Qué es la enfermedad de Sudeck?

    La enfermedad de Sudeck, Síndrome Doloroso Regional Complejo (SDRC) o también conocido como Distrofia Simpática Refleja (DRS) es una afectación rara, poco frecuente, multi sintomatológica y crónica de una parte del cuerpo o varias, por normal general de una extremidad. Consiste en la aparición de una patología secundaria a un traumatismo, daño, intervención quirúrgica, reposo duradero u otras causas, en la que el sistema está alterado y a la defensiva.

    Es muy importante para el buen pronóstico del Sudeck, un diagnóstico precoz. Un diagnóstico en la fase más temprana podría evitar etapas muy dolorosas, una lenta recuperación y complicaciones secundarias.

    Diagnóstico de Sudeck

    enfermedad SudeckEl diagnóstico se basa en la historia clínica, para saber si el paciente ha sufrido alguna situación desencadenante y en descartar otras patologías.

    El diagnóstico diferencial va a depender de la fase evolutiva en la que se encuentre la enfermedad, en cada fase deberíamos descartar distintas patologías.

    Las pruebas complementarias que nos pueden ayudar a realizar el diagnóstico son:

    • Radiografía, en la que se visualiza la desmineralización ósea. Puede verse como una osteoporosis moteada.
    • Gammagrafía, útil en los estadios iniciales para un diagnóstico precoz.
    • Resonancia magnética, dependiendo dónde se ubique el Sudeck.
    • TAC, ayuda a relacionar un diagnóstico complejo, donde se encuentran distintos niveles afectados (vasomotor, tendinoso, ligamentoso, capsular)
    • Termografía, que mide el calor emitido por el cuerpo.

    El Sudeck se manifiesta con la presencia de dolor profundo, intenso (ardiente) y disperso en la zona o zonas afectada/s (normalmente extremidades), alteraciones cutáneas (palidez) y sensitivas (alodinia), sudoración anormal, edema, atrofia muscular y ósea.

    Los síntomas principales son:

    sindrome Sudeck

    • Dolor intenso, profundo, punzante. Muchos pacientes lo describen como un dolor parecido a cuando se “calan” los dientes.
    • Alteraciones cutáneas: alteraciones en la pigmentación de la piel (blanquecina o azulada), en la temperatura, descamación o sequedad de la piel, palidez o fibrosis, brillo en la piel, crecimiento de vello en la zona, crecimiento más rápido de las uñas.
    • Inflamación localizada en la zona de dolor.
    • Afecciones motrices, dificultad para el movimiento de la zona afectada provocada por el mismo dolor. Como consecuencia de la limitación del movimiento, la musculatura se atrofia.
    • Alteraciones óseas, osteoporosis.
    • Problemas farmacológicos (dependencia) por alteraciones psicológicas y emocionales, como consecuencia del dolor y la limitación de la movilidad.

    No se sabe por qué el Sistema Nervioso Simpático se encuentra en “modo activo” continuamente, originando una respuesta inflamatoria que perpetúa la sintomatología de la enfermedad de Sudeck.

    Factores de riesgo de la enferdad de Sudeck

    • Enfermedades cardiovasculares.
    • Lesiones neurológicas (centrales y periféricas)
    • Trastornos idiopáticos.
    • Infecciones

    Tratamientos para la enferdad de Sudeck

    En nuestra clínica MIVI Alameda16, la mayoría de los SUDECK que hemos tratado han sido diagnosticados tras un tiempo prolongado de inmovilización indistintamente del motivo de ésta (fractura, intervención quirúrgica, traumatismos).

    El tratamiento debería ser lo más precoz posible (para evitar la cronicidad), multidisciplinar (fisioterápico, psicológico, farmacológico, ortopédico) e individualizado.

    Tratamiento farmacológico para paliar los síntomas, sobre todo analgésicos. En casos más agudos o intensos respecto al dolor se pueden practicar bloqueos nerviosos.

    drenaje linfatico manual

    El tratamiento fisioterápico del Sudeck está orientado en tratar los síntomas y reeducar al paciente para que use su extremidad afectada y recupere movilidad, fuerza y funcionalidad. Es muy importante la implicación por parte del paciente en la rehabilitación. Será un tratamiento “suave”, no queremos provocar un aumento del dolor ni una reacción de defensa del cuerpo.

     

    Las técnicas fisioterapéuticas empleadas son:

    • Cinesiterapia: movilizar la extremidad afectada, mejorando el rango articular y con ello la funcionalidad.
    • Trabajo de la sensibilidad, en el caso de que esté alterada trabajaremos con distintas texturas, cepillos, espejo, pluma, etc.
    • Drenaje linfático manual con el objetivo de disminuir el edema.
    • Electroterapia analgésica para disminuir el dolor.
    • Ejercicios propioceptivos para una mejor percepción y consciencia de la zona afectada por parte del paciente.
    • Magnetoterapia por su acción antiinflamatoria y vasodilatadora.
    • Baños de contraste pueden ser beneficiosos dependiendo de la alteración que presente respecto la temperatura el paciente, siempre teniendo en cuenta un posible efecto “rebote” o cambio brusco en la sintomatología térmica del paciente.

     

    El ejercicio físico suave y sin dolor ayuda a la mejora física y psicológica del paciente. El ejercicio realizado en el medio acuático es muy beneficioso.

    Como terapia ortopédica y complementaria se aconseja el uso de medias compresivas aptas para esta patología.

    El tratamiento psicológico en muchos casos es aconsejable, sobre todo en estadios avanzados, ya que el paciente sufre un dolor intenso, que suele tardar en ser diagnosticado e incapacita su vida diaria. Se suelen enseñar técnicas del manejo del dolor para afrontar la patología.

    Algunos suplementos como el calcio, complejos de vitamina B, magnesio, triptófano y melatonina ayudan a tratar tanto el hueso, regular el dolor y estimular el sistema parasimpático. Siempre supervisado por tu médico.

     

    Maria Lebron fisioterapeuta

    María Lebrón
    Fisioterapeuta

    La hipertonía muscular: mejora tu calidad de vida con un tratamiento de fisioterapia adaptado.

    La hipertonía muscular: mejora tu calidad de vida con un tratamiento de fisioterapia adaptado.

    ¿Qué es la hipertonía muscular?

    La hipertonía muscular es una patología cuyo origen reside en el sistema nervioso. A pesar de ello, sus efectos se hacen visibles en el sistema muscular. El tamaño del tono muscular aumenta desmesuradamente, provocando un exceso de fuerza muscular y rigidez en los músculos. La afección provoca una tensión persistente y se muestra aun cuando los músculos están en estado estático.

    Desde el MIVI Alameda16 apostamos por un servicio de fisioterapia profesional para paliar los síntomas de la hipertonía muscular.

    Síntomas de la hipertonía muscular.

    Los síntomas de la hipertonía muscular se basan en la resistencia al movimiento.

    El cerebro envía una información errónea a nuestros músculos haciendo que se contraigan.  La agilidad de los músculos se reduce. De este modo, nuestros movimientos son más lentos, la trayectoria de los mismos se ve trastocada, y no vuelven a su posición natural tras el desplazamiento. Consecuentemente, se llega a contracturas u otras lesiones musculares. Es por ello que la fisioterapia surge como una disciplina idónea en el tratamiento de la hipertonía muscular.

    Relevancia del diagnóstico en bebés.

    hipertonía muscular en bebesAunque la hipertonía se da a cualquier edad, la importancia de su diagnóstico es especialmente relevante en los bebés. Durante el embarazo, los bebés se encuentran en posición fetal por un largo periodo.  Esto puede provocar, que tras el parto, su tono muscular manifieste síntomas de hipertonía muscular. Sin embargo, la enfermedad no tiene por qué presentarse finalmente, siendo los síntomas momentáneos.

    En cualquier caso, resulta beneficioso visitar a fisioterapeutas especializados para asegurarse de la salud de los más pequeños. Sin olvidar la urgencia de diagnóstico y tratamiento en adultos.

    Hipertonía muscular frente a hipotonía muscular.

    Asimismo, cabe diferenciar la hipertonía de la hipotonía muscular.

    La hipotonía muscular supone una reducción del tono muscular.

    La hipertonía muscular conlleva una rigidez en el movimiento, mientras que la hipotonía muscular lleva a la flacidez.

    Ambas merman la actividad motora, pero la hipotonía se puede tratar con actividades deportivas que refuercen los músculos.  Igualmente, las dos pueden ir acompañados de sesiones de Recuperación funcional.

    Fisioterapia como tratamiento paliativo.

    La hipertonía muscular se puede tratar con medicamentos que frenen las dolencias causadas por la patología.  Aunque si la combinamos con tratamientos fisioterapéuticos, los resultados serán más beneficiosos. La puesta en práctica de disciplinas terapéuticas y de masajes adaptados consigue que el paciente mejore su calidad de vida.

    En nuestro centro de fisioterapia en Málaga Centro proponemos un servicio adaptado a sus necesidades con el fin de acabar con los impedimentos ocasionados por la hipertonía muscular.

     

    «Todo lo que comentamos en este artículo esta basado en nuestras experiencias como profesionales»

    Síndrome de la cintilla iliotibial o “rodilla del corredor”

    Síndrome de la cintilla iliotibial o “rodilla del corredor”

    Síndrome de la cintilla iliotibial o “rodilla del corredor”

    Sindrome de la cintilla iliotibialLa cintilla o banda iliotibial es una estructura de tejido conectivo conformado por aponeurosis y tendón de glúteo mayor y tensor de la fascia lata. Esta banda se origina en la cadera (pala iliaca) y recorre la parte lateral del muslo hasta llegar a la parte inferior de la rodilla (cara anterolateral de la tibia).

    Una de las patologías más frecuentes en esta zona es el síndrome de la cintilla o banda iliotibial, una lesión por sobreúso debido al roce repetitivo de la zona distal de esta estructura con la parte exterior de la rodilla, concretamente con el cóndilo femoral externo.

    Es una lesión característica en corredores de larga distancia y en menor medida en ciclistas. Los síntomas que suelen referir estos deportistas son principalmente dolor e inflamación en la zona afectada, el cual aparece a una distancia específica de carrera obligando al cese de la actividad. Generalmente se desarrolla de forma progresiva, apareciendo el dolor cada vez a menor tiempo o distancias más cortas. Es frecuente la aparición de síntomas a los 15-20 minutos de carrera, agravándolos las pendientes y el ritmo lento debido a un mayor tiempo de contacto de la cintilla iliotibial con el epicóndilo femoral externo. El dolor generalmente aparece durante la fase de contacto inicial, fase en la que se produce una contracción excéntrica de deceleración, generando tensión hacia la cintilla iliotibial.

    Causas

    No hay consenso en cuanto al origen exacto de la patología, ya que la etiología del síndrome de la cintilla iliotibial es principalmente multifactorial.

    Debido a la frecuencia de esta lesión en corredores, hace pensar que la carrera continua es un factor de riesgo predisponente a esta patología, puesto que durante esta se reproduce de forma repetitiva el mecanismo lesional.

    Genu-valgo Síndrome de la cintilla iliotibialExisten también una serie de factores biomecánicos que hacen al corredor susceptible de desarrollar este síndrome debido al aumento del roce de la cintilla con el cóndilo femoral externo, como puede ser:

    • Acortamiento muscular de flexores de cadera y músculo tensor de la fascia lata.
    • Desequilibrios musculares. La debilidad en los músculos abductores de la cadera (concretamente el glúteo medio) nos llevará a sobre-tensar la fascia lata.
    • Genu varo.
    • La pronación excesiva o una biomecánica pobre del pie (tendencia al pie plano).
    • La diferencia de longitud de las piernas (dismetría).
    • Epicóndilo femoral externo muy prominente
    • Hiperlaxitud cápsulo-ligamentosa.

     

    Otros factores predisponentes son el uso pueden ser el sobre-entrenamiento, fallos en la programación del mismo y el uso de calzado inadecuado.

    Síntomas del síndrome de la cintilla iliotibial

    Los síntomas principales del síndrome de la cintilla iliotibial consisten en dolor en la parte externa de la rodilla, más específicamente en el epicóndilo lateral del fémur (donde se produce el roce de la cintilla), que puede ir acompañado también de inflamación en la zona. Este dolor aparece en un tiempo/distancia de carrera específico y empeora gradualmente provocando incluso el cese de la actividad. Tras un período de descanso el dolor suele remitir, apareciendo nuevamente al retomar la carrera.

    El dolor se agrava habitualmente al correr cuesta abajo dónde el trabajo de la fascia lata es mayor. En algunos casos muy agresivos se puede producir incluso un resalte de la cintilla por encima del epicóndilo, emitiendo un chasquido.

    Diagnóstico

    Sindrome cintilla iliotibialSerá fundamental la historia clínica del paciente y los síntomas que refiere para sospechar de un posible síndrome de cintilla iliotibial.

    En la exploración en camilla confirmaremos el diagnóstico localizando el dolor mediante la palpación del epicóndilo lateral del fémur en cara externa de la rodilla. Suelen existir puntos gatillo a lo largo de la fascia lata y posible acortamiento, por lo que realizamos el test de Ober.

    El diagnóstico se puede completar con diversas pruebas de valoración mediante la electromiografía de superficie (EMG) para ver si existe una correcta activación muscular. Las pruebas de imagen nos pueden aportar mucha información del tejido que está produciendo la sintomatología, tanto la ecografía como la resonancia magnética pueden evidenciar si realmente hay tejidos que presenten un daño.

     

    Tratamiento

    El principal objetivo terapéutico será reducir el dolor y la inflamación, y tras esto corregir las posibles compensaciones, logrando un patrón de movimiento correcto y una activación muscular óptima. Será fundamental continuar con ejercicios de fortalecimiento muscular para evitar recidivas.

    En el enfoque de tratamiento convencional encontramos técnicas como terapia manual, ejercicio terapéutico, estiramientos, magnetoterapia, crioterapia, electroanalgesia, láser… entre otras.

    Una parte primordial será la modificación de la actividad deportiva, adaptando temporalmente aquellas actividades que generen dolor hasta que se resuelva o disminuya. Tener en cuenta también una vuelta progresiva a la actividad física, realizando una correcta planificación de la carga de entrenamiento, identificando y corrigiendo aquellos errores que provocaron la lesión.

    Por tanto, muy importante llevar a cabo la Readaptación Funcional con un profesional, de forma que se lleve a cabo una valoración muscular por electromiografía para identificar y corregir esos los patrones de movimiento y activación muscular erróneos, así como desarrollar un programa de fortalecimiento personalizado en el que prime la potenciación de musculatura como el glúteo medio.

    En cuanto a Fisioterapia Avanzada, podemos utilizar técnicas como EPI para la regeneración de las fibras musculares afectadas, microEPI con el objetivo de reducir la inflamación y Neuromodulación para reducir el dolor del área afectada y/o facilitar la activación muscular. Podremos hacer uso también de INDIBA para promover la activación a nivel celular y normalizar el tejido.

    El tratamiento es efectivo si se instaura pronto y debe prolongarse hasta la desaparición total de las molestias.

    En algún caso se podrá valorar la realización de terapia médica como la infiltración de corticoides o PRP. Si todo lo anterior falla, en casos donde exista una cintilla muy fibrosada, se indica una  intervención quirúrgica.

     

    Antonio Escobar Sánchez Fisioterapeuta MIVIAlameda16

    Antonio Escobar Sánchez
    Fisioterapeuta

    Hombro congelado, Capsulitis

    Hombro congelado, Capsulitis

    ¿Qué es el hombro congelado?

    El hombro congelado también conocido y nombrado como, Capsulitis adhesiva o Capsulitis retráctil, es una patología que afecta a la articulación del hombro.

    Se podría definir como la «congelación de la cápsula articular». Tiene como característica principal dolor y limitación del movimiento.

    Para entender este proceso debemos saber qué es la cápsula y cuál es su función.

    ¿Qué es la cápsula articular?

    hombrocongelado

    Es una estructura fibrosa que da congruencia a la articulación glenohumeral (húmero-escápula/omóplato). Tiene un papel importantísimo en la articulación, si no fuese por ella, la cabeza humeral (la bola del hombro, como mucha gente la conoce) se saldría de la articulación con muchísima facilidad.

    Otras de sus funciones principales, junto con la de dar estabilidad y firmeza a la articulación, es mandar información a nuestro Sistema Nervioso Central de la posición de nuestro brazo.

    También ayuda a la amortiguación de los posibles traumatismos que pueda sufrir la articulación. Protege a los componentes óseos, gracias a su lubricación mediante el líquido sinovial («sustancia gelatinosa»).

     

    ¿Cómo se afecta la cápsula y por qué?

    Es una enfermedad idiopática, el motivo no se sabe a ciencia cierta, sobre todo en el caso de las «Capsulitis Primarias«.

    Éstas suelen aparecer de forma espontánea. Podemos encontrarnos algunos factores predisponentes como enfermedades sistémicas, el hipertiroidismo o hipotiroidismo, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. El rango de edad suele estar entre 40 y 55-60 años y con mayor frecuencia afecta al sexo femenino.

    Las «Capsulitis Secundarias» suelen aparecer tras cirugías de hombro, traumatismos o periodos largos de inmovilización.

    En el hombro congelado, lo que le ocurre a la cápsula es que se inflama y se endurece. Por ello se vuelve más densa y como consecuencia pierde sus capacidades.

     

    ¿Cómo se diagnostica?

    El diagnóstico podemos decir que es por descarte, pues no hay ninguna prueba que lo diagnostique. Lo que ayuda al traumatólogo a poner nombre esta patología suele ser la ausencia de otras patologías que puedan cursar con dolor y/o pérdida de la movilidad.

    El diagnóstico está compuesto por:

    • La anamnesis del paciente, se basa en la experiencia por parte del mismo, donde nos cuenta cómo empezó el dolor, desde cuándo le duele, si tiene algún factor, si ha sufrido algún traumatismo, etc.
    • La exploración física, en la que se observa rigidez activa y pasiva y la disminución del rango articular, aparte del dolor al forzar la articulación.
    • La realización de pruebas de imagen ayudara a descartar otras patologías. Una radiografía para descartar artrosis, fracturas, luxaciones y/o calcificaciones. La ecografía nos mostrará si la cápsula está vascularizada y engrosada y la posible presencia de bursitis, tendinosis, calcificaciones. También ayuda para el diagnóstico, la resonancia magnética en la que se vería el engrosamiento de la cápsula y el estado de los tendones que componen el manguito rotador. Ésta última en etapas iniciales del hombro congelado, no es útil en muchos casos.

    La ausencia de otra patología (visible por alguna prueba de imagen) junto con la sintomatología (dolor, falta de movilidad y rigidez) hará sospechar al médico o fisioterapeuta de, estar frente a una posible Capsulitis Adhesiva.

     

    Evolución del Hombro Congelado y Tratamiento Fisioterapéutico

    TratamientoCapsulitisAdhesiva

    La Capsulitis Adhesiva es una patología de larga duración. En el «peor» de los casos, puede llegar a durar hasta tres años. Suele remitir sola tras el paso de dicho tiempo, con ayuda de la FISIOTERAPIA se acorta el tiempo de duración y disminuye la sintomatología, proporcionando calidad de vida a nuestros pacientes.

    Podemos diferenciar tres fases en dicho proceso:

     

    Fase Inflamatoria

    Es la fase inicial y la más dolorosa. El paciente padece dolor sobre todo nocturno, en la cara anterior y lateral del hombro, pudiéndose irradiar hacia el brazo. La duración de esta fase es variable, suele ser en torno 2 meses.

    En esta fase la fisioterapia es muy importante. Teniendo como objetivo disminuir la inflamación y evitar la rigidez.

    En algunos casos, es necesario trabajar junto con nuestros médicos, para que realicen una infiltración eco guiada (corticoides). Con ello bajará la inflamación y disminuirá el dolor. Esto permitirá poder trabajar mejor el fisioterapeuta.

    Si no mejora con esta infiltración, se valorará realizar (por parte del médico) una hidrodilatación (introducción de anestesia y suero fisiológico a presión intraarticular), para conseguir una dilatación y aumento del espacio dentro de la articulación, aumentando notablemente la movilidad de la articulación. Siempre será necesario la fisioterapia tras está intervención.

     

    Fase de Congelación; Fase de Rigidez

    En esta fase el dolor disminuye y gana protagonismo la rigidez articular, provocando limitación en las actividades de la vida diaria. El paciente describe la imposibilidad de levantar el brazo, realizar rotaciones externas, incluso tendrá mucha limitación en gestos cotidianos. La dificultad o imposibilidad de separar el brazo del cuerpo, es el síntoma que hace a muchos pacientes buscar ayuda y ponerse en manos de su fisioterapeuta o traumatólogo de confianza.

    Por desgracia, hasta que no llega la patología a esta fase, muchos de los pacientes aguantan el dolor con medicación oral y con la «esperanza» de que desaparezca sólo, al igual que apareció de forma espontánea. Por ello aconsejamos, no esperar, ni aguantar tanto tiempo un dolor por el simple hecho de no haber realizado ningún sobre esfuerzo o no haber sufrido caída, golpe o traumatismo.

     

    Fase de «descongelación»; Fase de Recuperación.

    En esta fase empieza a desaparecer la rigidez, comienza a ganar el brazo poco a poco movilidad y se normaliza la situación.

    Tratamientos

    El tratamiento fisioterapéutico muchas veces es complementado por el tratamiento médico.

    Podemos diferenciar dos tipos de tratamientos fisioterapéutico.

    El tratamiento fisioterapéutico convencional

    Se centra en restablecer la funcionalidad del hombro con distintas técnicas y máquinas. Estas técnicas se basan en, la aplicación de termoterapia local para relajar la musculatura, electroanalgesia para disminuir el dolor, movilizaciones articulares para evitar la pérdida de movilidad e ir ganando grados articulares progresivamente, estiramientos musculares y articulares para ir ganando «la elasticidad» de los tejidos, educación postural y ejercicios domiciliarios pautados y supervisados, para que el paciente pueda realizarlos en casa.

     

    El tratamiento fisioterapéutico avanzado

    Se centra en la realización de una serie de técnicas invasivas (EPI Y Neuromodulación). Estas técnicas se realizan mediante el uso de agujas de acupuntura junto con el apoyo de un ecógrafo, introducimos una corriente en el tejido o zona que nos interese tratar. Realizamos un abordaje y tratamiento mucho más selectivo y específico del tejido afectado, tanto sobre los nervios que inervan la articulación del hombro, como de su musculatura. Con la utilización de estas técnicas, conseguiremos aliviar el dolor, disminuir la inflamación y mejorar la calidad del tejido que compone la cápsula articular. También ayudamos al fortalecimiento de la musculatura afectada. Con la Fisioterapia Avanzada mejoramos tanto la estructura como la funcionalidad de la articulación.

     

    El tratamiento médico

    Constará de infiltraciones, ya citado anteriormente, en fases iniciales. Sólo en un pequeño porcentaje de población afectada por esta patología, sería necesario la intervención médica en quirófano. Las dos técnicas más realizadas son las movilizaciones forzadas bajo anestesia y la artrolisis artroscópica, en la que se realizan pequeños cortes en la cápsula para liberar la fibrosis. Tras ambas, hay que realizar fisioterapia para mantener los grados de movilidad ganados en quirófano y evitar la «cicatrización» de la cápsula.

     

    En nuestro centro MIVI Alameda 16, estaremos encantados de resolverle cualquier duda acerca de esta patología. Le plantearemos el tratamiento más adecuado, acorde a la fase en la que se encuentre.

     

    Maria Lebron fisioterapeuta

    María Lebrón
    Fisioterapeuta